¿Por qué la Emolectura consigue que aprueben el 90% de los alumnos?


"El que sabe pensar, pero no sabe expresar lo que piensa, 
Foto de Ben White
está en el mismo nivel del que no sabe pensar".
Pericles

     Y, del mismo modo, el que sabe pensar, pero no entiende sobre lo que se le pide que piense, estará en el mismo nivel que el que no sabe pensar. 

     El uso continuado e intencionado de la metáfora que hice en mi anterior entrada nos servirá para continuar con nuestra pequeña aproximación a la Emolectura desde este limitado espacio. La Emolectura es un método con el que no se pretende, como objetivo final, obtener buenos resultados académicos, sino que el alumno alcance un aprendizaje satisfactorio para la vida presente y futura. Paradójicamente, aunque no se persiga, el éxito académico es consecuencia directa de este modo de aprendizaje.

     Cuando inicié mis investigaciones sobre las variables que intervenían tanto en el éxito del aprendizaje como en el fracaso, utilicé un método inductivo, esto es, comencé a estudiar los casos de los alumnos con muy buenos resultados y de alumnos con malos resultados y fui haciendo, a modo de diario, un análisis de variables de éxito y de fracaso que se iban relacionando con las probabilidades de éxito o fracaso futuros del alumno a lo largo del tiempo. Para ello, intentaba dar clase a los mismos alumnos a lo largo del tiempo, desde 2º de ESO a 2º de Bachillerato. A causa del modo de organización de los centros, esto se volvía muy complicado, pero, a lo largo de los años, fui obteniendo resultados significativos.

     Una vez terminado el trabajo de campo, a modo de antropóloga, comencé a leer todas las teorías sobre comprensión lectora, motivación, funcionamiento del cerebro... y comprendí que muchos estábamos llegando a las mismas conclusiones desde vías muy diversas y con métodos de trabajo, en algunos casos, muy alejados. Eso me dio la certeza de que estaba en el buen camino. La selección de aquellas teorías, que se aproximaban más a mis resultados, me permitió perfeccionar el método hasta el punto de llegar al 90% de mis chicos, que son los verdaderos protagonistas de este trabajo, los que me han orientado y animado con su cariño diario y constante.

    El libro de Lakoff y Jonhson, citado recientemente, nos abre el camino a una de las variables más importantes que deben tenerse en cuenta en el éxito del aprendizaje: la presencia de la metáfora y su importancia para comprender más allá de la superficie. En la comprensión se producen una serie de pasos básicos previos a la interpretación del texto, ya se trate de una obra de Lorca (lectura literaria) o de un problema de matemáticas (lectura funcional). La lengua está presente en toda actividad académica, aunque solo sea para pedir al alumno que realice un bodegón en la clase de Plástica.

PROCESOS DE COMPRENSIÓN /  MODELO DE «ARQUITECTURA FUNCIONAL»
PSICOLOGÍA COGNITIVA



MÓDULO PERCEPTIVO = BAJO NIVEL COGNITIVO


MÓDULO LÉXICO  = NIVEL MEDIO: 
MEMORIA SENSORIAL, ICÓNICA Y OPERATIVA

MÓDULO  SINTÁCTICO = NIVEL ALTO
ORACIONES, PUNTUACIÓN Y CONECTORES

   

     Ahora bien, la interpretación requiere de otros muchos ingredientes que no siempre se tienen en cuenta en nuestras explicaciones: la referencia, el conocimiento previo... Todos hemos oído en alguna ocasión comentar que los chicos de hoy día no saben nada, no tienen cultura. Y es posible que un alumno que no ha recibido ningún tipo de formación religiosa, ni haya leído la Biblia, no comprenda por completo la metáfora que utilizaba en mi anterior entrada: "y el hombre vio que era bueno". Y ¿es culpa suya? Sin embargo, a nadie se le ocurriría decirle a un profesor que no tiene cultura porque no sabe hackear la plataforma del IES o qué servicios ofrece Search Console de Google. Ni siquiera tenemos por qué saber que la metáfora "el tiempo es oro" es una de las analizadas en esta obra.
   
     Llegados a este punto yo me pregunto hasta dónde debe llegar el concepto de cultura, porque la cultura sustenta el pensamiento común de un grupo, pero cuando existe una distancia tan importante por la velocidad de los cambios tecnológicos, la revisión de nuestro concepto de cultura se queda obsoleta antes de comenzar a ser realizada. Y con esto no digo que no sea necesario conocer la Biblia, todo lo contrario, soy una defensora a ultranza de los clásicos y mis chicos los leen, dando sentido a su contenido desde sus vidas del siglo XXI.

     Se comprende más aquello de lo que se tienen conocimientos previos; se entiende más, aquello que se conoce más; se aprende mejor, aquello que se conoce y tiene sentido para nuestra realidad vital y emocional.

      ¿Por qué la Emolectura rescata a tantos chicos? porque busca puentes entre la vida de los alumnos y las de sus profesores para establecer una comunicación en conexión de intereses; porque da sentido a aquello que se aprende sea o no con tecnología; porque explica a todas las partes que intervienen en el proceso de enseñanza para qué se aprende ese contenido y por qué es necesario aunque no lo resulte a primera vista. Porque parte de lo que somos, cómo nos relacionamos y qué necesitamos. La segunda parte, es cómo se consigue, pero eso lo dejo en el aire... por ahora.
 


   

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