¿Cuánto leemos y cuánto comprendemos?
La herramienta fundamental de todo profesor es la palabra: el sonido que se escapa por el aula y que acoge a los chicos en el tema, la letra impresa que informa, que transmite o que cuestiona como un puzzle. Por ello, es fundamental que conozcamos qué es leer, cuál su importancia en nuestras clases, cuánto leen nuestros alumnos (velocidad lectora), qué leen (los conocimientos generales que tienen sobre diversos temas) y cuánto entienden o, lo que es lo mismo, cuántas palabras por minuto comprenden al leer (velocidad eficaz).
Creer que ser de Historia, Filosofía, Biología, Matemáticas o Física... nos libera de comprender los mecanismos que intervienen en la comprensión textual es una ingenuidad... los resultados de nuestros alumnos dependen de cuánto son capaces de comprender al leer y cuánto sabemos nosotros sobre sus conocimientos y su velocidad eficaz de lectura.
Te entiendo y es verdad que cuando nos evaluaron para este trabajo nadie nos pidió o preguntó nada de esto... tuvimos, eso sí, que demostrar muchos, pero muchos conocimientos sobre nuestra especialidad... sobre una legislación ya no vigente hace mucho y, con suerte, somos lo suficientemente jóvenes como para haber hecho algún tipo de Capacitación con clases prácticas. Firmamos unas condiciones que, seguramente, no se parecen a las actuales.
Pero estarás de acuerdo conmigo en que los que nos enfrentamos a treinta chicos cada día, somos nosotros; los que sufrimos los malos resultados, somos nosotros y los que debemos hacer lo que hay que hacer para solucionar los problemas diarios en el aula, somos nosotros. ¿Estoy diciendo que estamos solos? Probablemente, sí. Pero nuestra soledad está cargada de "poder" y cuando digo "poder" me refiero a su acepción "posibilidad". Tenemos el "poder", la capacidad de "hacer posible" que las cosas funcionen, aunque no nos hayan dado los recursos, ni la formación, y nosotros mismos hayamos llegado a descubrir el camino con nuestras propias investigaciones.
Durante el curso 2013-2014 animaba a mis compañeros a seguir un curso de formación de la editorial Bruño en el que se explica el método de Lectura eficaz. En la siguiente presentación, que presenté en su momento se resume los elementos más importantes del curso:
Creer que ser de Historia, Filosofía, Biología, Matemáticas o Física... nos libera de comprender los mecanismos que intervienen en la comprensión textual es una ingenuidad... los resultados de nuestros alumnos dependen de cuánto son capaces de comprender al leer y cuánto sabemos nosotros sobre sus conocimientos y su velocidad eficaz de lectura.
Te entiendo y es verdad que cuando nos evaluaron para este trabajo nadie nos pidió o preguntó nada de esto... tuvimos, eso sí, que demostrar muchos, pero muchos conocimientos sobre nuestra especialidad... sobre una legislación ya no vigente hace mucho y, con suerte, somos lo suficientemente jóvenes como para haber hecho algún tipo de Capacitación con clases prácticas. Firmamos unas condiciones que, seguramente, no se parecen a las actuales.
Pero estarás de acuerdo conmigo en que los que nos enfrentamos a treinta chicos cada día, somos nosotros; los que sufrimos los malos resultados, somos nosotros y los que debemos hacer lo que hay que hacer para solucionar los problemas diarios en el aula, somos nosotros. ¿Estoy diciendo que estamos solos? Probablemente, sí. Pero nuestra soledad está cargada de "poder" y cuando digo "poder" me refiero a su acepción "posibilidad". Tenemos el "poder", la capacidad de "hacer posible" que las cosas funcionen, aunque no nos hayan dado los recursos, ni la formación, y nosotros mismos hayamos llegado a descubrir el camino con nuestras propias investigaciones.
Durante el curso 2013-2014 animaba a mis compañeros a seguir un curso de formación de la editorial Bruño en el que se explica el método de Lectura eficaz. En la siguiente presentación, que presenté en su momento se resume los elementos más importantes del curso:
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