De cómo nació la Emolectura






     La primera vez que utilicé en público el término Emolectura fue como el título de una intervención en las Jornadas regionales de lectura "¿Y tú cómo lo lees?"; organizadas por la Consejería de educación de la Junta de Castilla y León en octubre de 2014. En "Emolectura: vivir el instante" expliqué algunos de sus principios básicos, que apliqué al Plan de lectura de centro a lo largo de los cursos 2013 al 2015. Durante esos dos cursos académicos tuve la ocasión de impartir algunas charlas más sobre el tema y muchos me preguntaban qué bibliografía podrían consultar.

     Esta entrada quiere dar una breve respuesta a cómo llegué a la Emolectura. Intentaré en este espacio explicar este método que permite mejorar los resultados académicos de los alumnos de modo muy significativo. En el curso 2013-2014 lo apliqué en 4º de ESO y permitió que se pasara de un 40% de aprobados en la 1ª Evaluación a un 80% en la 3ª. En el presente curso, he finalizado en junio con resultados del 90% en uno de mis cursos, con la aplicación de una versión ampliada y perfeccionada de este método.


     Antes de acuñar el término redacté una memoria del Plan de lectura que he coordinado durante estos dos últimos cursos y que mereció un Premio Nacional de educación en competencia en lectoescritura y audiovisual en la modalidad de centros correspondiente al curso 2014. Su título fue: "Aplicaciones de los avances de la Psicología cognitiva y la Inteligencia emocional a la mejora de la competencia en lectoescritura y audiviosual en el IES Delicias".

     La Emolectura comienza en mi vida hace mucho tiempo, ya que es resultado de una búsqueda continua e intensa. La cuestión más inquietante que todo ser humano puede perseguir es la de preguntarse por sí mismo y por el género humano en general. A lo largo de toda mi vida siempre he intentado comprender quiénes somos, cómo funcionamos... Mi primer modo de acceder a esa comprensión fue desde la poesía, leyendo y escribiendo, pero la poesía encerraba algo más sutil e intangible: las palabras, cuyos significados podían escabullirse y llevarnos a mundos muy diferentes a aquellos que, en principio, mostraban. Fue así como pasé de leer poesía a leer diccionarios. Cuando le comentas a los alumnos o a cualquier persona en general que es muy estimulante e interesante leer diccionarios, te miran de modo muy extraño y no comprenden qué puede haber en un diccionario que no sirva más allá de satisfacer una necesidad inmediata de saber el significado de una palabra. Pero las palabras son entes muy potentes dentro de una cultura: configuran en cada lengua una visión del mundo y, dentro de los diccionarios, se reflejan ideologías, tradiciones y ordenaciones mentales.

     Las palabras me llevaron  a la Lexicografía o técnica de realizar diccionarios, como se diría antaño "arte de escribir diccionarios". Puede parecer absurdo a simple vista pretender entender al ser humano desde los diccionarios o su modo de confeccionarlos, pero nuestro modo de organizar y categorizar el mundo en una cultura proviene de las palabras y la manera en que las utilizamos aparece en los diccionarios. A través de ellos y de la lectura de toda la literatura clásica empecé a amar la Historia de las palabras, la Etimología y los procesos de Gramática histórica que habían intervenido en su camino hasta la actualidad. Discernir aquello que permanece y cambia, entender cómo influyen los factores en la débil línea de la existencia o desaparición de un sentido y, por supuesto, cómo afecta el tiempo y las palabras al sentido último de un texto. Me doctoré en el año 1997 con una tesis de Lexicografía enmarcada en la Lingüística histórica.

     Las palabras, los diccionarios, la lectura, la comprensión... me llevaron a buscar en otras lenguas respuestas que parecían difuminarse en la nuestra y simultáneamente a mi doctorado comencé a estudiar idiomas, unos ya estaban dentro del plan académico de los estudios generales y otros los estudiaba de modo individual e independiente en  Escuela Oficial de Idiomas, Goethe Institut... Los idiomas son fundamentales para entender cómo ve el mundo el ser humano en función de la lengua que habla.

     Mis estudios de Lingüística general me conectaban con los avances de la Psicología cognitiva, que yo seguía de modo diletante en sus dos versiones: la clínica y la educativa. Me fui interesando por los procesos que nos ayudan a comprender o no un texto: la percepción, la memoria. No fue difícil pasar de ahí al funcionamiento de la mente: la inteligencia, la Neurociencia...

     Pero el ser humano es social y vive dentro de estructuras, comparte una cultura común con sus semejantes....  Fue así como entendí que era muy necesario tener conocimientos de Antropología y Etnografía; esta última tuvo una especial presencia en mi tesis doctoral. Descubrir otras culturas lejanas y cargadas de valores tan valiosos a la par que alejados de nuestra civilización, atada al tiempo y las convenciones monetarias, la revolución industrial y la economía globalizada... era fundamental para comprender al ser humano.

     El marketing, la empresa, el desarrollo empresarial y la resolución de conflictos en las empresas privadas me sirvió para entender cómo trabajar en equipo y cuáles son los problemas fundamentales que afectan a la organización y funcionamiento de los centros educativos. Así comprendí cómo deben resolverse los problemas para que estas situaciones no lleven a conflictos irresolubles, esto es, a relaciones muertas e irrecuperables. Los Directores de los centros educativos deberían estar formados en este tipo de gestión humana, porque el éxito o el fracaso del funcionamiento de sistemas humanos como los IES depende de ello.


     A lo largo de este blog, iré destacando los libros fundamentales de todos y cada una de las búsquedas que he relatado en esta entrada, porque la bibliografía para llegar a la Emolectura abarca todas estas ramas.

     La Emolectura es una revolución en muchos aspectos de la relación entre los alumnos y los profesores, en el método de enseñanza, en la utilización de la tecnología, en la manera de entender la relación con la lectura, en los modos de aprender e incluso en la manera de gestionar, desde su Dirección, un centro.

Comentarios

  1. Muchas gracias Paqui por crear este blog. Encantada de poder visitarlo. Raquel Plaza (GUIJUELO, Salamanca)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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